lunes, 28 de noviembre de 2011

The Applejacks

Muy pocos se acuerdan ya de The Applejacks, uno de esos grupos menores de la British Invasion que, sin embargo, tuvieron el honor de ser el primer combo "Brumbeat" (como se llamaba a las bandas procedentes de la escena musical de las West Midlands en los 60) en colocar un tema en el Top 10 de las listas británicas.

A excepción del cantante Al Jackson, que se uniría al grupo en 1962, todos ellos eran amigos desde la infancia e iban a la misma es
cuela en Solihull. Phil Cash (guitarra rítmica), Martin Baggot (guitarra solista), Gerald Freeman (batería), Megan Davies (bajo) y Don Gould (teclados) formaron una banda en 1961 conocida primero como The Crestas y después como The Jaguars. Todavía sin cantante, tocarían piezas instrumentales de The Shadows, Tornados, etc. hasta la llegada de Al Jackson. Con el definitivo nombre de The Applejacks empezaron a ganar popularidad interpretando el tipo de rock'n'roll y R&B que entonces llegaba de América a cargo de artistas como Little Richard, Ray Charles o Chuck Berry. El inusual detalle de tener a una mujer al bajo les hacía, en mi opinión, aún más interesantes.

A finales de 1963 fueron descubiertos por Decca, discográfica para la que grabarían su primer single, 'Tell Me When', publicado en 1964, cuando algunos de ellos todavía iban a la escuela. El tema, compuesto por Les Reed y Geoff Stephen, alcanzaría el número 7 en las listas. A partir de ese momento, todo transcurriría bastante rápido para aquello
s adolescentes.



El éxito de 'Tell Me When' llevó a la banda por el consiguiente periplo promocional, incluyendo programas de televisión como 'Ready Steady Go!' o 'Thank Your Lucky Stars', donde hicieron amistad con The Beatles tras conocerlos durante un ensayo. Paul McCartney les preguntó si tenían ya preparado un segundo single y, como la respuesta fue negativa, les propuso 'Like Dreamers Do', un tema inédito que The Beatles habían grabado tiempo atrás para su infructuosa audición con Decca.

Aquella temprana composición de Lennon y McCartney se convirtió en el segundo single de The Applejacks. Pero a pesar de conferirle a la
canción su propio sello y arreglos, y de interpretarla con brillantez, sólo alcanzaría el número 20 en las listas del Reino Unido.

Aún así, 1964 sería un año ajetreado para The Applejacks, con apariciones en numerosos programas de televisión y en la película británica 'Just For You', un éxito pop a la sazón donde, entre muchos otros, también participan The Merseybeats, The Vagrants o Freddie and The Dreamers. La banda tocó en el codiciado concierto anual de 'New Musical Express' en Wembley, que incluía en el cartel a los artistas más votados en las encuestas del año. También 1964 pasaría a la historia del grupo como el año en que Gerald y Megan se casaron. La boda estuvo rodeada de una gran expectación y algarabía por parte de los fans.

Un único álbum se grabó para Decca. Con un sonido simple y fresco, apropiado para el repertorio, el disco no vendería lo suficiente como para entrar en las listas. El nuevo single 'Three Little Words' (creo que no era la mejor opción) sólo llegó al número 23 y fue la última aparición en las listas sin que singles posteriores —como la estupenda versión del 'I Go To Sleep' de The Kinks— pudieran evitarlo.

En 1966, The Applejacks firmarían un contrato tentador con la gigantesca compañía de cruceros Cunard para tocar en el Queen Mary, Queen Elizabeth y Queen Elizabeth 2, tarea que les mantuvo ocupados hasta el final de la década. La decisión, acertada desde el punto de vista económico, mantuvo sin embargo al grupo alejado de sus fans y de la actividad promocional, lo que, sin duda, supuso el principio del fin.

Pinchen en la foto de carpeta o aquí para deleitarse con el único álbum de The Applejacks. Dejo en el reproductor uno de mis temas favoritos de la banda de Solihull. La frescura y vitalidad de The Applejacks dan unas confortables pinceladas de color a cualquier día frío y gris, créanme.

Que lo disfruten.

The Applejacks - (Boom, Boom, Boom, Boom) Everybody Fall Down

viernes, 25 de noviembre de 2011

Mitch Ryder & The Detroit Wheels - Take A Ride

¿Qué obtendríamos si pudiéramos mezclar en una coctelera a Little Richard con James Brown? Habrá quien crea hallar la respuesta en Prince (el de los años del sonido Mineápolis, no el Prince barroco y pretencioso en que devino el invento a partir de Purple Rain). Otros pensarán en Eskew Reeder y no irán muy descaminados (aunque también hay quien sostiene que fue Esquerita el que inspiró el estilo salvaje e incluso los peinados de Little Richard). Yo diría que el cóctel resultante es Mitch Ryder. Cuanto más lo oigo, más clara y directa me resulta su inspiración en ambos artistas negros, aunando el delirante R&B de Little Richard con el soul espasmódico de James Brown y mezclando con gracia sus desgarrados timbres de voz.

Mitch Ryder nació en Hamtramck, Michigan, y ya de adolescente cantaba en un combo de soul negro, tarea que tuvo que abandonar por, al parecer, sufrir acoso racial. A mediados de los 60 formó su propia banda, Billy Lee & The Rivieras. Su verdadero nombre era William Levise, que él transformó en el mencionado Billy Lee, pero he aquí que su manager (ah, los managers) decidió rebautizarle con el de Mitch Ryder, cogiéndolo al azar de entre las páginas de una guía de teléfonos. Y menos mal que ese fue el nombre donde aterrizó su dedo.

Acompañado por los excepcionales The Detroit Wheels, alcanzó el Top Ten en 1966 con "Jenny Take A Ride", una mezcla del "Jenny Jenny" de Little Richard y el "C.C. Rider" de Chuck Willis, y uno de los episodios más afortunados del blue-eyed soul que se recuerden hasta la fecha.

Dejo en el reproductor el explosivo "Sock It To Me - Baby!" (1967). Pinchando en la foto de la carpeta o aquí tendrán acceso al LP debut de Mitch Ryder & The Detroit Wheels, Take A Ride (New Voice, 1966).

Que lo disfruten.

Mitch Ryder & The Detroit Wheels - Sock It To Me — Baby!

martes, 22 de noviembre de 2011

The Rascals - Collections

A diferencia de la mayoría de las denominadas bandas de blue-eyed soul, The Rascals (o The Young Rascals, como, a su pesar, se empeñó en llamarles su manager) tenían la virtud de escribir sus propias canciones. Y lo hacían con la brillantez que reflejan singles como "Groovin'", "People Got To Be Free" o este "Come On Up" que he escogido de su segundo LP, Collections, publicado por Atlantic en 1967 (pincha en la foto de la carpeta o aquí).

La banda se formó en New Jersey con Felix Cavaliere (teclista, cantante y líder del grupo), el canadiense Gene Cornish (guitarra), Dino Danelli (batería) y Eddie Brigati, que compartiría la labor de cantante con Cavaliere.



En 1966, The Rascals alcanzarían un nº 1 en las listas con "Good Lovin'", una versión del tema de The Olympics. En "Good Lovin'" se sentarían las bases del sonido original de la banda, por entonces impregnada de la esencia del R&B y la British Invasion, con unas voces cargadas de soul perfectamente ejecutadas y una instrumentación impecable. Los arreglos de órgano de Felix Cavaliere aportarían el soporte perfecto a las composiciones. El sonido maduraría pronto hacia arreglos y producciones más sofisticados y las letras albergarían contenidos más filosóficos. Temas como "Groovin'" o "How Can I Be Sure?" les confirmaron como grandes compositores, especialmente a Cavaliere y Brigati, quienes escribían la mayor parte del material.



Quizá fuera la gradual ambición de The Rascals (en particular la de Felix Cavaliere) por incluir en sus álbumes desarrollos jazzísticos y filosofías orientales lo que causó la disolución del grupo, tras una carrera honrada con un razonable número de éxitos en las listas.

Que lo disfruten.

The Rascals - Come On Up

domingo, 20 de noviembre de 2011

Thee Midniters - In Thee Midnite Hour!!!!

Thee Midniters fueron probablemente la banda más versátil de la escena de Los Angeles en los 60. Canciones como "Dreaming Casually" (slow-tempo soul), "Whittier Blvd." (himno rock'n'soul instrumental), "Chicano Power" (orgullo latino) o el éxito en que se convirtió su versión de "Land Of A Thousand Dances", demuestran no solo su habilidad como intérpretes consumados, sino también una gran capacidad para adaptarse a estilos diversos. Músicos de formación académica, su destreza con los instrumentos era muy superior a la de las bandas de surf del momento en L.A. Willie García era un sobresaliente cantante de soul, el guitarrista George Domínguez, de escuela blues rock, fue fuente de inspiración para muchos guitarristas jóvenes locales —incluido César Rosas, que años después se convertiría en líder de Los Lobos—, y George Salazar golpeaba la batería con tanta furia como precisión.

Casey Kasem, un famoso DJ de radio
y promotor de conciertos en aquellos años, dijo de ellos "Son el mejor grupo que he contratado en mi vida". Una de las primeras bandas chicanas en colocar un hit en las listas de los Estados Unidos —y una de las que con más fuerza traspasaron las fronteras de Los Angeles—, Thee Midniters también fueron pioneros en tratar abiertamente temas chicanos en sus canciones, como ocurre, por ejemplo, en "Chicano Power" o "The Ballad Of César Chávez".

Para evitar conflictos legales con la banda de R&B Hank Ballard & The Midnighters, adoptaron el pronombre "Thee", en vez del usual determinante "The", lo que también ejercería una clara influencia en otros grupos, como Eddie Serrano & Thee Enchantments o Thee Headcoats.

"Jump, Jive And Harmonize", el tema que he escogido del álbum In The Midnite Hour!!!! (Whittier Records, 1967) —pincha en la foto de la carpeta o aquí—, es uno de los mejores temas de garage soul que he oído jamás. Es crudo, frenético y apabullante, y me encanta la distorsión que inunda todo, desde la voz hasta la batería. Se me pone el vello de punta cuando pienso en cómo por aquellos años podría sonar el tema en directo. Si lo escucho cerca de los altavoces, me mueve el flequillo.

Que lo disfruten.

Thee Midniters -
Jump, Jive And Harmonize

sábado, 19 de noviembre de 2011

Velvet Suicide (II)

En la grabación de "Velvet Suicide" para Sequentialee (Mushroom Pillow, 2005) usamos algunas de las pistas MIDI que yo había programado en casa para la maqueta. La canción, como el resto del disco, se grabó en el estudio que Pedro Cantudo tenía en su casa de Andújar, Jaén, en cuyas estancias convivían con toda naturalidad antiguos aparatos analógicos (delays de cinta, compresores de válvulas, reverbs de muelles, órganos Vox y Farfisa, sintetizadores analógicos, etc.) con tecnología digital y toda suerte de microfonía, amplificadores y guitarras a discreción. A mí me gustaba bastante como sonaba el primer disco de Limousine, una de las primeras producciones que salieron de aquel estudio, así que convencí a Marcos Collantes para grabar allí, a pesar de sus crónicas reticencias. A la hora de grabar, es tan importante estar rodeado de la tecnología como del entorno adecuados, empezando, por supuesto, por la gente con la que vas a trabajar. Situada a distancias tolerables de Madrid, Granada y Sevilla —ciudades por donde la banda estaba diseminada—, Andújar contribuía a la logística.

En un principio, el disco iba a llamarse Las sesiones de Sequentialee, pero el título no acababa de convencerme y acabamos llamándolo Sequentialee, en honor al estudio de Pedro y al trato dispensado. Contiene once canciones, de las que tres están en inglés —incluida, obviamente, la versión de "Cinnamon Girl" (Neil Young)— y una es instrumental ("Un Apartamento En Père Lachaise", mi favorita). Ante tanta diversidad, temía que el álbum resultara fastidiosamente heterogéneo, con canciones en castellano y en
inglés, infinidad de sonidos sampleados, programaciones, guitarras eléctricas, arreglos de cuerda, etc., así que resolvimos dar un sonido más analógico a todo lo que en la maqueta sonara "demasiado" electrónico. En cuanto al orden de las canciones, están agrupadas en tres bloques: un comienzo de canciones pop, más o menos soleadas, una parte central de temas más psicodélicos, con más tensión de guitarras, y un bloque final que recupera la esencia pop de la primera parte, pero mantiene aún el aire psicodélico e introduce sonidos de orquesta. Imaginaba que el disco pudiera servir de banda sonora a uno de esos días radiantes en los que te levantas contento, te vas de cañas con los amigos, se te va la mano con el alcohol, vuelves a casa por la tarde con una cogorza considerable, duermes la mona y te levantas ya de noche, algo desorientado, después de haber tenido unos sueños rarísimos, pero recuerdas que lo has pasado estupendamente con tus amigos. En el silencio de la noche, te dispones a prepararte algo de comer, un poco atolondrado aún. Los tres actos del disco se corresponderían con las tres fases de un día así.

La versión definitiva de "Velvet Suicide" para el disco suena menos reverberante que la de la maqueta, y la voz adquiere más presencia. Ambos detalles quitan algo de misterio al tema, pero lo hacen más íntimo, más cercano. Como he comentado más arriba, se usaron muchas de las secuencias MIDI originales, si bien sustituimos los samples por otros de más calidad. En la segunda estrofa, Eric entra con fuerza, añadiendo una batería que no tenía la versión de la maqueta, pero que incorpora contundencia al sonido. La guitarra acústica gana presencia al principio, por encima del piano, que está secuenciado. Yo toqué un bajo Danelectro Dead On 58 (me encanta ese instrumento), eliminando así el bajo sintetizado de la maqueta. Aprovechando que los amigos de Underwater Tea Party se llegaron por el estudio, pedí a Clara, su cantante, que doblara los estribillos una octava por arriba, lo que hizo a las mil maravillas, realzando mi línea de voz, algo grave y monótona en la versión doméstica.

Ese dulce "Despierta", tras la tormenta que se desencadena en los últimos compases, nos recuerda que nada es real. Ni siquiera Velvet Suicide.

Que lo disfruten.

Tarik y la Fábrica de Colores - Velvet Suicide

jueves, 17 de noviembre de 2011

Velvet Suicide (I)

David me pedía el otro día que hablara de Velvet Suicide y, como es una historia bastante larga, he decidido dividirla en dos capítulos.

"Velvet Suicide" es, en realidad, una canción escrita para Rufus T, aunque se grabara finalmente para el Sequentialee de Tarik y la Fábrica de Colores (Mushroom Pillow, 2005). Así que lo de Rufus T no es precisamente nuevo. De hecho, la maqueta que llegó a manos de los A&R de Mushroom Pillow y que motivó la relación contractual con la compañía —y la consiguiente producción de dos discos para su catálogo— llevaba el nombre de Rufus T y no el de Tarik y la Fábrica de Colores. Sin embargo, tanto Mushroom Pillow por un lado, como J (Los Planetas) por otro, me convencieron de que no renunciara al nombre que me había acompañado durante tantos años. Así pues, Sequentialee (2005) y El Hueso y la Carne (2007) contribuirían a honrar el buen nombre de Tarik y la Fábrica de Colores.

En cualquier caso, la historia de Rufus T y la de Velvet Suicide van estrechamente ligadas. Este texto que escribí en 2004 como semblanza de Rufus T explica la idea de la ciudad oculta de Velvet Suicide. El nombre, en realidad, es la fusión de dos grandes fuentes de inspiración en mi carrera artística: Blue Velvet, la película de David Lynch (la canción de Bernie Wayne y Lee Morris tampoco tiene desperdicio, desde luego), y Suicide, una de las bandas de Rock and Roll más turbadoras de todos los tiempos.

Rufus T (emergente y precoz estrella del rock) descubre en la
postrimería de la adolescencia su condición de humanoide –una especie de robot orgánico–, proyecto secreto y mezquino llevado a cabo por unos laboratorios estatales que diseminaron humanoides por el mundo a razón de uno por cada millón de humanos. En su niñez, eran adoptados por parejas que desconocían este hecho, y los pequeños humanoides crecían ajenos a su verdadera condición con unos sentimientos que, si bien procedían de un experimento científico, no eran diferentes a los de los verdaderos humanos.

El angustioso descubrimiento, que coincide con la transición de la idílica y ajetreada adolescencia a los tonos más grises de la madurez, provoca en Rufus una crisis psicológica que le lleva a verse como un monstruo, a preguntarse por el origen de sus sentimientos, y a sentirse solo, definitivamente abandonado incluso por el misericordioso Dios de los humanos. Todo esto equivale para él a la cruel lotería que supone saberse víctima de una letal enfermedad, de esas que afectan a uno entre un millón.

Una vez que supera esta primera etapa, breve pero intensamente atormentada, Rufus entra en una especie de catarsis que le hace preguntarse por el sentido del resto de su breve vida (los humanoides tienen una vida media bastante más corta que la de los humanos), y decide emplearla en erradicar los males que azotan a la Humanidad, de la que él se seguirá sintiendo partícipe.

Tras lograr contactar con otros humanoides, Rufus es llevado a la ciudad oculta de Velvet Suicide, engañoso nombre para un lugar fantástico donde los humanoides que allí se reunen consumen sustancias que les hacen entrar en un sueño lisérgico. En ese trance, aprenden a conocerse mejor desde su interior, llegando a sentir en su cognición incluso cada fibra de sus músculos y recibiendo revelaciones misteriosas sobre su existencia. En Velvet Suicide también aprenderán a descifrar cuáles son los males que amenazan con destruir la Humanidad, como la voracidad pecuniaria de las sociedades capitalistas, las religiones y otras fiebres diseminadas desde los poderes fácticos. Curiosamente, en esa lista se incluyen las tonadilleras españolas y la prensa amarilla.

Consciente de que una cosa es el interés público y otra bien diferente el interés del público (que puede ser programado y manipulado), Rufus T se presenta como un elemento de rebeldía que intenta liberar a la narcotizada sociedad de tantas cosas en las que el público pone todo su interés y que, sin embargo, no son de interés público –sino todo lo contrario–, ya que empobrecen su criterio.

En estado puro, como una fruta que no ha sufrido manipulación genética alguna o una novela escrita íntegramente por aquel que la firma como autor, Rufus T se presenta por el bien de la Humanidad. Es, por tanto, un nuevo superhéroe.

He metido en el reproductor la primera maqueta de "Velvet Suicide" que grabé en casa con una versión ya del todo obsoleta de Cubase. Aún recuerdo esas largas noches, secuenciando pistas MIDI hasta el amanecer. El sonido de la caja de ritmos conecta con la atmósfera
misteriosa y obsesiva del tema.

Que lo disfruten.

Tarik y la Fábrica de Colores - Velvet Suicide (DEMO).

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Small Faces - Wham Bam Thank You Man (Alternate Version)

Gracias a todos los que me habéis mandado emails felicitándome por este aún bisoño blog. Espero que la información y la música que comparta en estas páginas den para mucho entretenimiento, sinceramente.

Ya he resuelto la cuestión de los comentarios a las entradas, por lo que, a partir de ahora, no es necesario estar registrado como usuario ni tener una cuenta de Google para hablar en ese espacio de lo que os de la gana —entiéndase cuestiones musicales más o menos relacionadas con el tema de la entrada en la que se publica el comentario—.

Buscando una canción que incluyera en el título la palabra "gracias", he echado mano de esta "Wham Bam Thank You Man", de mis queridos Small Faces, de quienes se dice que son una de las bandas más subestimadas de la historia del rock. La parroquia mod, desde luego, la tiene en un pedestal y, personalmente, sostengo que el grupo reunía una serie de detalles que le otorgan la marca de "superbanda" con todo merecimiento: además del talento para escribir enormes temas, eran unos grandes músicos. En particular, Steve Marriott tenía un timbre de voz estremecedor y una sobresaliente habilidad con la guitarra. Y aprovecho para expresar mi admiración por Ian McLagan, a cargo de un instrumento, los teclados, que en muchas bandas parece estar de más, y en otras, sólo rellenar sin mucho sentido. Los pianos y órganos de Small Faces tenían una personalidad arrolladora, aportando arreglos insustituibles a los temas. Ya hablaremos en otra ocasión de la influencia que la banda del East London de los 60 ejerció sobre otros muchos músicos (me viene a la memoria, perversamente, como plagió Robert Plant los fraseos de voz de Marriott en "You Need Loving" para el "Whole Lotta Love" de Led Zeppelin).

Por alguna extraña razón, la versión publicada en el resto de Europa de este "Wham Bam Thank You Man" difiere de la británica. En el single "continental", el tema dura unos segundos más y el corte, en mi opinión, supera al original de Reino Unido.

Que lo disfruten.

Small Faces - Wham Bam Thank You Man (Alternate Version)

martes, 15 de noviembre de 2011

Sonny Flaharty & The Mark V - Hey Conductor

Sonny Flaharty había grabado como cantante solista con otras bandas de estilos diversos antes de colaborar con Mark V. El single "Hey Conductor" / "You Bring These Tears To Me" fue publicado, en un principio, por Counterpart en 1967, y después por Philips. El disco fue ganando poularidad con rapidez, despertando interés a nivel nacional hasta que fue prohibido por albergar, según las autoridades competentes en materia de censura, "el contenido psicodélico más flagrante jamás escrito" y "mensajes de aprobación del uso de las drogas".

Los temas recogidos en esta colección (pinchar el la foto de la carpeta o aquí) habrían sido grabados para un álbum que nunca llegó a publicarse. El último tema del listado, "Can't Buy My Soul", también fue publicado como single.


La energía que la banda de Dayton, Ohio, imprime a "Hey Conductor" me resulta contagiosa, y me llama poderosamente la atención la distorsión fuzz de la guitarra, que suena como si el viento hubiera llevado un folio de papel hasta el altavoz del amplificador, dejándolo allí pegado. El solo de guitarra en los últimos segundos del corte, por cierto, es de lo más iracundo. Los arreglos de órgano Vox (elemento característico, como el Farfisa, del sonido de muchas bandas garajeras de los 60) tampoco pasan desapercibidos.

Que lo disfruten.

Sonny Flaharty & The Mark V - Hey Conductor


lunes, 14 de noviembre de 2011

Antes De La Niebla

"Antes De La Niebla" es el tema nº7 del álbum El Hueso y la Carne, de Tarik y la Fábrica de Colores. Personalmente, creo que está entre los mejores temas del disco, y tiene esa atmósfera reverberante de muro de guitarras que tanto me gusta, en la misma onda que "Algo Que Cae Como La Lluvia" (Sequentialee) o "Emotional Architecture" (On The Radio).

El Hueso y la Carne lo grabamos en el Refugio Antiaéreo, el estudio que Los Planetas tienen en El Fargue, a las afueras de Granada. Es un buen estudio equipado con material vintage, como Otari de 24 pistas, mesa de válvulas y cosas así, por lo que necesita el cuidado de un técnico dedicado y primoroso como Pablo Sánchez, quien se encargó de las cuestiones técnicas durante la grabación y las mezclas. Yo me encargué de la producción, voz, guitarras y programaciones; Paco Lamato, guitarras; Eric Jiménez, batería y percusión; Miguel Martín (ahora con Lori Meyers), bajo; y Mar Merino (Lovely Rita), teclados. Además, Banin Fraile (Los Planetas) grabó unos órganos Hammond y Pablo Román (Elastic Band) prestó una ayuda impagable como asistente de grabación. La masterización corrió a cargo de Carlos Hernández.

Fue un frío y húmedo febrero de 2007 y, apenas cubierta la mitad de la producción, la espalda empezó a dolerme como nunca. Para colmo, el sueño y el relax desaparecieron por las noches. Después de jornadas de hasta diez horas metido en el estudio, no podía dormir, acordes y arreglos me retumbaban en la cabeza y tuve un bajón por agotamiento en pleno frenesí creativo. Por suerte, Pablo Sánchez (que por entonces era el "técnico de cabecera" de Enrique Morente) tuvo que ausentarse un par de días para trabajar con el maestro flamenco, y yo aproveché para recobrar fuerzas. Solo en la sierra granadina (el resto de la banda ya hacía días que habían grabado sus instrumentos y habían vuelto todos a casa) vi la ocasión de levantarme a la hora que me diera la gana, desayunar copiosamente y meditar sobre la dirección que habría de tomar el sonido del disco, más desgarrado y orgánico que los anteriores. Fue el momento ideal para terminar la letra de esta canción, dedicada a los amigos ausentes, los que decidieron recoger su sombra y marcharse para siempre.

Tarik y la Fábrica de Colores - Antes De La Niebla


? and The Mysterians - Stormy Monday

Question Mark and The Mysterians (también escrito como '? and The Mysterians')se formaron en Bay City, Michigan, en 1962. Su mayor éxito fue "96 Tears" (en un principio llamada "Too Many Teardrops" y después, de forma más insinuante, "69 Tears", antes del definitivo "96 Tears"), con el que alcanzaron el Nº 1 en el Hot 100 y vendieron más de un millón de copias. De ellos se dice que quizá fueran la primera banda a la que se colocó la etiqueta de punk rock y, sin duda, fueron el primer grupo latino con un hit en USA. Descendientes de inmigrantes mejicanos, nacieron en Texas y se establecieron en la zona de Saginaw/Bay City, Michigan. El líder y cantante de la banda era ?, cuyo verdadero nombre, se supone, es Rudy Martínez. Solía afirmar, y todavía lo hace, que nació en Marte y que vivió entre dinosaurios en tiempos remotos. También habla con frecuencia de sus viajes al futuro y a planetas lejanos, y siempre aparece en público con gafas oscuras.

Una buena recopilación de sus éxitos está recogida en el álbum The Best Of ? And The Mysterians - Cameo Parkway (pincha en la carpeta o aquí). Yo, para este lunes gris y lluvioso, he escogido la versión que hicieron del "Call It Stormy Monday" de T-Bone Walker. Que disfruten.



They call it stormy Moday, but Tuesday's just as bad / They call it stormy Moday, but Tuesday's just as bad / Wednesday's worse, and Thursday's also sad / Yes the eagle flies on Friday, and Saturday I go out to play / Eagle flies on Friday, and Saturday I go out to play / Sunday I go to church, then I kneel down and pray / Lord have mercy, Lord have mercy on me / Lord have mercy, my heart's in misery / Crazy about my baby, yes, send her back to me

domingo, 13 de noviembre de 2011

Porque Es Domingo

Y porque hoy es domingo, tengo el gusto de publicar aquí este vídeo. La canción pertenece al álbum "Sequentialee" (Mushroom Pillow, 2005) y no recuerdo exactamente en qué me inspiré para escribirla. En cualquier caso, después de pasar un largo tiempo sin escuchar mis canciones (cosa, por otra parte, necesaria después de haberlas ensayado, grabado y tocado hasta la saciedad), me suelen sugerir algo distinto a lo que me movió a escribirlas. Espero, por tanto, que cada cual interprete la letra a su manera, lo que me recuerda a un episodio que viví en una ocasión:

Me remonto al año 85, más o menos, época en que Los Yacentes habíamos publicado un EP con D. R. O. Una de las canciones de ese disco se llama "El Camino", y Dios sabe qué me pasaba por la cabeza cuando escribí aquella letra. El estribillo decía "Doce sillas más delante de mí / Doce hombre más diciéndome / '¿No lo ves así?'". Un día de aquellos me crucé con un tipo que, además de dedicarse a la distribución ilegal de dexedrinas y otros psicofármacos, solía aparecer siempre por los conciertos de Yacentes como un fan más. El hombre vino a comunicarme su devoción por aquella canción nuestra que le tocaba la fibra emocional más profunda, refiriéndose concretamente a esa letra, que me canturreó con entusiasmo a través de sus ausencias dentales: "No te exhibas más delante de mí / No te roces más diciéndome / 'No me beses así'". "Dame un abrazo", le dije.


Intro


Hola. Estreno aquí este blog que he tenido a bien llamar Wasted Songs, haciendo honor al título de una canción de mi banda, Tarik y la Fábrica de Colores.

Intentaré resistirme a la tentación de hablar de otra cosa que no esté más o menos directamente relacionada con la música, por lo que supongo que la mayor parte de las entradas estarán dedicadas a temas que tengan que ver con Tarik y la Fábrica de Colores, Rufus T (mi proyecto paralelo, hermano pequeño de Tarik) y otras músicas necesarias —o, como reza la descripción de este blog, "por el bien de la Humanidad"—.

Bienvenidos. Haced uso de vuestros pases de backstage, pero sed moderados con el catering espirituoso. Pocas cosas resultan tan frustrantes en el negocio de la música (aparte de comprobar que tu liquidación de la SGAE aún está en números rojos) como terminar el concierto y ver que tus invitados han dado cuenta de absolutamente toda la bebida que había en el camerino.